Mariella Bereche, egresada de la UDEP y jefa de la Oficina de Turismo de la Municipalidad de Huancabamba, explicó la situación turística en la región y su necesaria planificación.
Por Gerardo Cabrera. 27 octubre, 2014.Turismo en Piura significa playas. Sin embargo, es una región de matices: tiene costa, sierra y desierto. Mariella Bereche, experta en gestión del patrimonio cultural turístico, indicó que, si bien Piura está posicionada como destino playas a nivel nacional e internacional, “las tendencias mundiales llevan a replantear la promoción turística en la región”. ¿Cuáles son estas tendencias? “El nuevo visitante quiere conocer la gastronomía, vivir en una comunidad indígena o conocer las lenguas nativas”, refirió.
“El replanteamiento empieza en no centrarse en las playas, sino en canalizar ese público para mostrarle los atractivos de la sierra’, afirmó Bereche, para agregar que, a nivel regional, sí hay políticas que trabajan estos temas, como en Canchaque, o el programa Sierra Exportadora con la promoción de Aypate, en Ayabaca. Sin embargo, señaló que el turismo siempre se ha tratado como sinónimo de promoción: “el turismo es planificación, que significa mejorar los accesos o capacitar a los pobladores”.
Calidad de vida
En este sentido, Mariella Bereche expresó que el turismo debe repensarse así: “lo planifico, luego lo promociono, de manera que la experiencia del visitante sea de calidad”. Es decir, que el aprovechamiento de los recursos de la región sea cuantificable y sostenible en el tiempo. “El boca a boca es una de las mejores herramientas de promoción”, sostuvo, pero se planteó una pregunta: ¿Cómo se logra este desarrollo?
Para responder la anterior cuestión, la especialista indicó que el turismo tiene dos caras. Por un lado, la inversión pública, dirigida por los gobiernos regionales y municipalidades en la mejora de infraestructuras, que redunde en las comunidades: agua potable, electrificación, carreteras o telefonía. Y por otro, la inversión privada, que se enfoca en el fortalecimiento de las capacidades de los pobladores, es decir, promover el emprendimiento económico. “Es mejor fortalecer las capacidades de las poblaciones para lograr emprendimientos idóneos a la oferta turística. Es decir, que el poblador se sienta preparado para recibir al turista”, recalcó.
Identidad patrimonial
Una región puede ser un potencial turístico por el patrimonio que tiene, pero muchas veces no se ve el progreso en la calidad de vida de los poblados. Por esta razón, Mariella Bereche confirmó que el trabajo conjunto de la inversión pública y la privada deben enfocarse en preparar al poblador en dos sentidos. Primero, que conozca su patrimonio cultural: “pueden ser guías especializados”; segundo, que el poblador, como protagonista de su entorno cultural, se reconozca a sí mismo como parte de él: “El poblador es parte de la oferta turística en cuanto sea auténtico”. Así, la autenticidad logrará que el poblador no pierda su identidad patrimonial.